¡Maldita sea que cabrón te has vuelto!
Ahora mismo has desaparecido para mí y el perdón no es una opción, además, yo no tengo por qué perdonarte, más te costará perdonarte a ti mismo por volverte un maldito egoísta, adicto a toda la mierda que se te cruza por delante, menos a la felicidad.
Te has perdido (aunque pienses que ganas más de lo que pierdes) y nos has perdido. Volverás la mirada y al ver mi imagen no podrás sino ahogarte en tu frustración....
"Sólo tengo dolor al recordarte..."