Al amor:
Sinceramente, ¿por qué tienes que valer la pena? ¿por qué no puedes valer las alegrías?, si para tenerte tengo que ir recopilando lo que queda de mí cada ves que llegas y te vas, no sé si te quiero tan cerca. Deberías ser algo así tan sencillo como respirar, como un tengo ganas de verte y no el deber. Como el amor de amigos y la lealtad de los hermanos.
Debería ser como un gris más bien blanco.
Como una primavera soleada.