Lucho por él, por que estuvo ahí, y si ahora él estuviera y yo no, él lucharía por mi. Por que la fuerza puede salir de una lágrima y del orgullo de no volver a derramarla. Sé que si yo hubiera estado en tu piel y tu en la mía, desde cualquier lugar te ayudaría a que siguieras. No tengo de miedo de soñar, los sueños son mi realidad paralela que me ayudan a tenerte y a recordar.
La vida está hecha para los fuertes, para los que vencemos cada día, sin apenas fuerza, pero vencemos. Vencemos a la pena que nos quiere ahogar, a la culpabilidad que nos martiriza, vencemos cada día, a ellas, que nos quieren ver caer y dedicamos cada victoria a aquellos que nos quieren ver crecer. Lucho por que él hubiera valido la pena, y por que me decía que la vida estaba hecha para vivirla y no para dejarse vencer como él no hizo. No le venció la vida sino la muerte, que todo lo puede. Pero no te llevó de mi lado y ese es un pulso que la muerte todavía no ha ganado y que mientras viva no ganará.
"Él está aquí, cada noche durmiendo conmigo. Por eso no tengo miedo a soñar..."
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